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Datos de interes en el día

Albergue donde nos hemos hospedado:

"La Piedra"

Preguntar por Livia, es muy maja.

Las habitaciones, las duchas -con hidromasaje- y las zonas comunes muy limpias, comodas y con buen gusto. Solamente por 8 euros, más 2 euros de buffet de desayuno.

Es recomendable.

Villafranca del Bierzo

Nos lleva Macarena a la estación Sur, sobre las 10:00h, después de despedirnos sale el autobus (Alsa) con dirección a Villafranca del Bierzo.  No habíamos tomado nunca un ALSA y hay que decir que “chapo” de autobús pues tenia los asientos de cuero y se podían reclinar mucho los asientos, incluso tenia WC -pequeño-.


Hicimos una pequeña parada cerca de Ponferrada para comer y continuamos ruta. Habíamos hecho unos bocatas de tortilla que nos supieron a gloria y continuamos.


Sobre las 16:30h. en una carretera secundaria, el autobús se detiene al lado de un restaurante en medio de un descampado, con un sol que pegaba lo suyo y no se veía pueblo por ningún sitio; solamente un letrero que decía “Villafranca del Bierzo”... sacamos las mochilas y nos dimos cuenta de que pesaban y comenzamos a caminar...


Como era la hora de la siesta, no había nadie por la calle; hasta que le preguntamos a una señora que iba por la calle y nos dice que va en la misma dirección, al final nos acompaña hasta el albergue.


Llegamos por fin al Albergue “La Piedra” la dueña se llama Livia -muy maja por cierto- y en lugar de dos habitaciones tomamos una de tres camas. La habitación está fenomenal, muy limpia.


Nos dice si queremos ir a la playa del río y nos vamos a dar un baño.  El río Burbia lo han embalsado unos 100 metros y al lado derecho hay un prado donde la gente se tumba; comenzamos bien Víctor bañandose y Marisa mojandose los pies, yo controlando la situación en la sombra. También hay que decir que el agua estaba helada, había truchas grandes y se podían pescar pero sin matarlas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

E

strenamos la Compostela, pues comenzamos a sellarla en las Iglesias.  Había varias y bonitas por ejemplo: La Colegiata, San Nicolás el Real y la Iglesia de Santiago, románica del siglo XII, con su puerta del perdón (los peregrinos enfermos que no pudieran llegar a Santiago ganaban en ella el Jubileo).


Nos metimos a la cama pronto para levantarnos temprano. No hizo falta abrir los sacos, pues hacia mucho calor y teníamos las ventanas abiertas.

Aquí comienza el Camino... sobre las 6:00 del día 8 de agosto